PROFESIONES ESTEREOTIPADAS


PROFESIONES ESTEREOTIPADAS

Os voy a hablar de Ana Mª García, natural de un pueblo de Córdoba, estudia en Sevilla Ingeniería Industrial Superior, una carrera que durante esos años estaba más ligada a los hombres por ser una carrera técnica, según expresa Ana Mª, cuando ella comenzó en el año 1989 de un alumnado total de 500 personas sólo había 8 mujeres en su promoción, lo que le supuso hacerse un hueco entre el sector masculino.

La madre de Ana Mª quería que estudiase enfermería, medicina o psicología, profesiones estereotipadas asignadas al género femenino, si bien según comenta Ana Mª, tubo la suerte de conocer a un orientador del Instituto quien le hizo ver que tenía cualidades suficientes para realizar una carrera técnica, ella no dudo en planteárselo a sus padres, quienes apoyan en todo momento su decisión, si bien haciéndole ver que se estaba metiendo en un mundo de hombres.

Ana Mª comienza la carrera en Sevilla, y recibe una beca con la que estudiar en Gales, realiza el proyecto de fin de carrera en una empresa en la que posteriormente comienza a trabajar, mostrando así su valía.

Actualmente Ana Mª es gerente de una multinacional que trabaja a nivel internacional, gestiona la empresa trabajando con equipos, son continuos sus viajes y habla varios idiomas. Ana Mª considera que ha sabido desenvolverse bien en un mundo de hombres, en este sentido observa avances, cada vez hay más mujeres que ocupan profesiones técnicas, aunque sigue habiendo situaciones e ideas preconcebidas de que determinados puestos de responsabilidad han de estar destinados a hombres.

Uno de los estereotipos que Ana Mª ha tenido que superar es que por ser mujer no puede realizar carreras técnicas, un estereotipo que estereotipo comúnmente aceptado que a las mujeres no les va eso de las carreras técnicas. Y tan comúnmente aceptado es el estereotipo que se acaba convirtiendo en una profecía autocumplida.

Además existe una feminización de determinadas profesiones como las que quería la madre de Ana Mª que realizase, psicología, enfermería, etc. Relacionadas con el cuidado de personas.

Se reproduce la idea que se asocia la feminidad con la fragilidad, insuficiencia e incapacidad aún y cuando ellas posean preparación profesional para poder demostrar en un espacio propicio su capacidad, independencia y autonomía.

Un micromachismo evidente es en los regalos que reciben los participantes al congreso, una corbata, considerando que al congreso solo asistirían hombres, porque estos cargos directivos están asignados al género masculino.

Ante una sociedad en la que hombres y mujeres no tienen los mismos salarios, hay más paro femenino y existe una menor representación femenina en los consejos de administración de las grandes compañías, la principal herramienta para combatir esta situación es la educación. Al contrario de lo que pudiera parecer, los niños desarrollan prejuicios a una edad muy temprana y es a través de la educación cómo los conseguimos vencer.

La equidad de géneros es una meta que entre todos, y precisamente desde la escuela, podemos conseguir, entre ellas señalaría:

Eliminar los prejuicios y las ideas preconcebidas. Desmontar mediante la vocación crítica los prejuicios y los hábitos sexistas. A través del razonamiento crítico conseguimos que los niños puedan hacer frente a las generalizaciones.

Todos pueden hacer todo. Eliminar las concepciones erróneas, empezando en el ámbito doméstico y continuando en la escuela. Enseñar a los niños a compartir las tareas, no solo entre ellos, sino con los padres, dentro de sus posibilidades, y evitar que sea una sola persona la que cargue con todo el peso de la casa.

Afrontar las diferencias de género. Es innegable que niños y niñas no son iguales, a nivel fisiológico y mental son diferentes. Por ello, se tiene que enseñar a los niños a afrontar estas diferencias y a asumirlas. Además, se tiene que dar respuesta a las dudas de los niños sobre cuestiones incómodas como el sexo, y las relaciones entre personas para romper el sistema de imposición de roles.

Evitar el acceso a los estímulos sexistas. A diario los niños están sometidos a un bombardeo continuo de estímulos, no todos ellos deseables. Para evitar que en ellos nazca una percepción sexista, es importante impedir una sobreexposición a estos contenidos y desarrollar un sentimiento crítico para que puedan enfrentarse a los mismos.

Utilizar el juego como base de la enseñanza en equidad. Cabe fomentar los juegos inclusivos, en los que el rol masculino o femenino no intervenga, así como la promoción de equipos mixtos. El juego es una de las formas más efectivas de enseñanza, especialmente en valores, por lo tanto el patio y el recreo deben ser una extensión de este aprendizaje.

Ofrecer patrones de conducta ejemplares. Los niños comienzan a desarrollar su personalidad a través de la repetición y tomando como ejemplo a las personas de su alrededor. Por ello es importante  que en casa ya exista un clima de equidad de género que será reforzado en la escuela.

Hacer un seguimiento durante el desarrollo cognitivo. Es preciso hacer un seguimiento del niño y evitar que las concepciones erróneas se afiancen dentro de su entendimiento. Estar atento ante cualquier desviación y rebatir esa idea a través del razonamiento, y nunca del castigo, es una parte fundamental del aprendizaje.

 Os dejo enlace de la entrevista realizada: 

https://www.youtube.com/watch?v=cTIml5bcVtM




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